La leyenda de La planchada, la enfermera fantasma. Ciudad de México.


Contrario a la costumbre de este blog donde se publican tradiciones antiquísimas, quise hacer ahora una excepción para contarles una leyenda que continúa vigente.  En lo personal he escuchado de boca de mi madre el encuentro que tuvo con ella en una de sus operaciones en el Hospital General de México donde ninguna enfermera acepta el hecho de haberle dado sus medicamentos… por lo menos no el día y la hora en que todo sucedió.

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La planchada, La enfermera fantasma

En el antiguo Hospital Juárez, ubicado en las calles de Jesús María y Fray Servando, en el Centro Histórico del Distrito Federal, se ha venido escuchando desde 1847, una leyenda de una enfermera que se aparece en el interior del hospital. Le dicen “La Planchada” por su ropa almidonada, pues los que la han visto y los que la conocieron coinciden en que se llama así por su pulcritud, pues almidonaba mucho su uniforme para que éste no se arrugara.

Según internos y trabajadores del hospital, han escuchado, sobre todo en las noches, ruidos y sonidos extraños. Lo más “común”, en el Hospital Juárez es la atención que esta enfermera tiene hacia los enfermos; ya que se dice el que el fantasma de “La Planchada” se aparece cuando algún enfermo no ha tomado sus medicamentos, ya sea por negligencia de las enfermeras o por cualquier otro motivo.

En varias ocasiones los enfermos argumentan que ya han tomado sus medicamentos, cuando en realidad la enfermera en turno no había suministrado medicamento alguno. Y, en efecto, dada la descripción de esta enfermera, que pocos han visto (pacientes y enfermeras), ha atendido a “sus enfermos”.

Hay dos versiones populares sobre el origen de esta leyenda y otra del decano del Hospital Juárez, el doctor Eduardo Jiménez Sandoval de 82 años de edad y 40 años trabajando en el nosocomio. La primera versión dice que un día llegaron los padres de la hoy fantasmal figura, en calidad de pacientes a los cuales atendió muy mal, y tiempo después, ahí murieron.

Otra versión es que, supuestamente, esta enfermera trataba mal a los enfermos, robaba sus medicamentos y era muy estricta; se dice que es su espíritu, el que vaga en el viejo inmueble, cuidando que los enfermos que están ahí, se encuentren bien, en castigo a tal crueldad que tenía con los mismos cuando vivía.

Hay ocasiones en que las enfermeras del turno de la noche, al hacer guardia se han quedado dormidas, y precipitadamente las han despertado sintiendo un golpe con la palma de la mano en sus cabezas. Estas, al despertar, no ven a nadie a su alrededor, solo los largos y viejos pasillos, quietos en la mitad de la noche. En la dirección de este hospital, a la cual misteriosamente el paso es muy restringido, inclusive para los que ahí trabajan, se habla de un cuadro que se encuentra en una de las paredes; dicho cuadro, según dicen los internos del nosocomio, correspondería a esta enfermera de la cual, también misteriosamente, no se sabe casi nada, ni de dónde vino, ni cuando ingresó al hospital y ni cómo murió; solo se sabe que fue una mujer hermosa, de pelo corto y rubio, seria, pero sobre todo, estricta, siempre de uniforme blanco almidonado; caminando erguida por los pasillos.

La enfermera Romy del Rayo Gordillo, dijo que a todo el personal le consta la existencia del fantasma que describió como una mujer alta, rubia, de ojos azules, con ropaje similar al usado en el Virreinato, pero que nadie desea hablar de ello. El Hospital Juárez data desde la Conquista, cuando Fray Pedro de Gante fundó las cuatro primeras iglesias, de las cuales, una fue denominada Parroquia de los Indios de San Pablo, que estuvo a cargo de los padres franciscanos.

Es interesante saber que en este lugar se fundó la primera biblioteca de la Nueva España, y que fue ahí mismo donde se comenzó la era de la astronomía en el México conquistado; ya que ahí llegaron los primeros Astrolabios e instrumentos astrológicos del Viejo Mundo, mismos que sirvieron para los primeros estudios, como ya lo dijimos anteriormente, de los primeros astrónomos de la Nueva España.

Siglos después, cuando los Estados Unidos amenazaban a México con una guerra de invasión, Don José Urbano Fonseca, autor del proyecto de convertir en un hospital de sangre al viejo edificio de San Pablo, que servía como cuartel para los militares mexicanos, logró que se entregara parte de éste para los heridos de la guerra que en esos momentos se desataba. Los primeros heridos a los que se les atendió fueron a los del Batallón de Padierna el 23 de agosto de 1847, fecha en que se le puede considerar a la edificación como hospital, ya que en un principio fue iglesia y cuyas ruinas pueden apreciarse en el presente.

Ladislao de la Pascua y Guillermo Santa María, fueron los primeros doctores que prestaron sus servicios gratuitamente en las Batallas de Padierna y Churubusco. Para algunos enterados que pidieron omitir sus nombres, es en este tiempo en que nació la leyenda de “La Planchada” y argumentaron que, el exceso de trabajo al escaso personal, por cansancio se quedaban dormidas las enfermeras y al despertar apresuradas para atender a los heridos de la guerra, se encontraban con la novedad de que ya habían sido atendidos por una enfermera que nadie conocía.

En medio del furor de la guerra injusta que culminó con la pérdida del 52 por ciento del territorio mexicano al firmarse los Tratados Guadalupe Hidalgo, algunos trabajadores y militares se pusieron de acuerdo para seguir a la mujer que les brindaba cuidadosa atención, y se espantaron al ver que desaparecía a escasos metros del Hospital.

A partir del 19 de julio de 1872, se le llamó Hospital Juárez en memoria al Benemérito de las Américas, que horas antes había muerto. Tal ha sido la fama de este lugar y su eterna enfermera como compañía que, en 1976, se realizó un concurso de poesía llamado “Dr. José Rojo de la Vega”, convocado por el Comité Organizador de la XXII Asamblea Nacional de Cirujanos en el cual concursó el siguiente poema:

La Planchada

Fantasmal enfermera que lucía impoluto uniforme almidonado

Con gran esmero, y con primor planchado

En el viejo hospital se aparecía.

A los pacientes atendía

Con eficiencia y especial cuidado,

Si en nocturno bregar, rudo y callado,

Agobiada enfermera se dormía.

Quién era esa mujer?; ¿era alma en pena?;

¿era flor por la vida desechada,

que así purgaba singular condena?
¡No lo sé!; más tremante y angustiada,

la voz del hospital aún resuena

cada vez que recuerda a “La Planchada”.

El día de hoy todavía sigue escuchándose de vez en cuando que alguien comenta sobre una visita de la enfermera, con su vestido largo, blanco y perfectamente almidonado y esto no ha sido solo en el Hospital Juárez, sino en otros hospitales de la Ciudad de México. Y tú… ¿has sido atendido por La Planchada?

21 thoughts on “La leyenda de La planchada, la enfermera fantasma. Ciudad de México.

    • Al contrario, muchas gracias por leer y visitar este blog. Es cierto, es mucho trabajo, pero estos comentarios son los que me hacen seguir adelante y ver que vale la pena el difundir nuestra cultura. Saludos

  1. Sin duda es un gran trabajo. Me encanto..! yo soy pasante de enfermería, y en el asilo «Arturo Mundet» del DIF varias compañeras han tenido avistamientos de «La Planchada», entonces pues si creo en esto.. Gracias por esta valiosa informacion.

  2. Un amigo que en paz descanse, me comento que en el hospital del IMSS de la raza al encontrarse ingresado como paciente, una madrugada como a eso de las 3:00 am se desperto y estando todo en penumbras distinguió a una enfermera que se encontraba de espaldas a el, parada enfrente de una mesa donde ponen los medicamentos pero lo que le llamó la atención fue que esta mujer parecía estar rodeada como de una especie de luz bastante extraña y a los pocos segundos desapareció.

  3. yo tenia una amiga k estaba enferma de cancer y su tratamiento ya nole funcionaba como antes undia fue llevada al hospital de la raza y en la noche mientras todos los enfermos dormian ella desperto y dijo k le dolia mucho su brazo no sabia xk asi k le grito ala enfermera pero ella no llegaba hasta k entro una enfermera de uniforme muy limpio y sin ninuguna arruga sele hacerco y le dio un medicamento
    Ella se empeso a sentir mejor y despues de un rato entro la enfermera y la reviso.
    mi amiga le comento ala enfermera k una de sus compa;eras la habia ido a revisar y le dio un medicamento
    pero la enfermera dijo k era la unica k estaba cuidando el segundo piso k era donde se encontraba mi amiga.

  4. Yo conozco a la Enfermera Romy del Rayo y ala jefa de eenfermería del hospital Juarez.
    Me quede intrigada y trataré de buscar más información.

  5. Gracias, estaba buscando información. Excelentes datos, Me quedó la duda cuál es la versión del decano del hospital Juárez (¿que los padres de la enfermera fueron los internados?) y qué mas dijo este doctor sobre esta versión, que nunca he esuchado. GRacias y felicidades.

  6. Que buena historia de hecho mi primo lo operaron el el Juarez y me conto que una enfermera lo atendio pero que ella estaba muy fea de la cara observar si sea la misma y que a una cierta hora sr ponía tenso el cuarto

  7. Pues yo soy nueva paciente en el hospital Juárez y toda mi vida e estado enferma y aún q no vi a «la planchada» si hubo un enfermero q me ayudó muchísimo y si ella existe me alegro por los pacientes por qué se lo q es estar enferma y nadie t haga caso…
    Me encanto la leyenda!! Saludos!!😃

  8. Buena investigación, pero en el comentario personal que hacen quiero aclarar q no se deja de atender los pacientes por negligencia y sí por sobrecarga de trabajo y falta de recursos

  9. Muchas gracias por la publicación aunque en estos tiempos ya no sea tan nombrada a la planchada es muy cierta la historia de la planchada,a mi en lo personal me gustaria que estuviera mas presente que porque las nuevas generaciones de enfermeras han perdido el humanismo de cuidar y atender a los pacientes.

  10. Hola, muy buena investigación. Mi madre fue enfermera en el hospital general hace muchos años, en alguna guardia nocturna se quedo sola con más de 20 niños internados, todos enfermos y algunos muy graves. Al ver que no llegaba la enfermera que tenía que quedarse de guardia con ella, pidió apoyo a la central de enfermeras y le dijeron que verían a quien podían enviar porque había poco personal; un rato después cuando estaba atendiendo a los primeros niños, llegó una enfermera y como ya era tarde para explicar que tenía que hacer mi madre le dijo muy rápido que le tocaba a atender los del pabellón de enfrente, mientras ella atendía con el que había iniciado, sobre todo proporcionarles el medicamento. Mi madre me comenta que se llevó un buen rato revisando y entregando medicamento a los pequeños que le habían tocado, y que de reojo veía a la otra enfermera para corroborar que estuviera atendiendo a los otros niños, y en efecto la veía pasar por el pasillo con cada uno de los niños internados; por la carga de trabajo de esa noche no pudo siquiera conversar o preguntarle de dónde venía, me dice que le pareció extraño ver que aún hubiera enfermeras con uniformes tan antiguos, pero el trabajo no la dejo reaccionar. Dice mi mamá que después de las 4 de la mañana, la jefa de la central de enfermeras llego muy apresurada para apoyarla, porque no hubo nadie a quien mandar. Mi madre le respondió que sí había ido una enfermera y que estaba en el pabellón de enfrente, al revisar el pabellón que le había indicado, no encontraron a la enfermera, pero todos los niños coincidieron en que una enfermera los reviso y les dio su medicamento, algunos de ellos mejoraron mucho aquella noche, pero no supieron quien había ido a apoyar. La jefa de enfermeras sólo atinó a decirle a mi madre que le había tocado trabajar con la famosa planchada. Espero les guste, mi madre cuenta esta historia y en todas las ocaciones aún me sigue crispando la piel. Saludos

  11. Esta leyenda es de chihuahua no de ciudad de mexico ni df. Incluso en redes sociales (Facebook) Han hecho uso de toda esta informacion y fotografias, no entiendo el porque dice mexico d.f quien fue el que se equivoco? Al menos que tengan una leyenda exactamente igual y con el mismo pseudonimo que le dan a la enfermera fantasma tanto en tierras norteñas como en tierras del d.f

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