Llanto de otoño. María Enriqueta Camarillo.


Llanto de otoño


Al pie del árbol añoso

que a la muerte sólo aguarda,

grité en mi dolor al llano:

“¡Nadie en mi mal me acompaña!

¡No hay unos ojos que lloren

por la angustia de mi alma!…”

…Y el árbol soltó sus hojas…

y me parecieron lágrimas…

María Enriqueta Camarillo (1872-1968)

María Enriqueta Camarillo y Roa nació en Coatepec el 19 de enero de 1872. Gustaba de cultivar flores, beber leche recién ordeñada y criar gallinas; cuando ya era una escritora famosa escribió un libro con sus memorias de la infancia.

Comenzó a escribir y a dibujar a los seis años. Heredaba de su madre y de su familia materna el talento literario -quien poseía un nivel e interés cultural considerable- y de su padre un gran amor y una verdadera pasión por la música, lo cual hizo posible el quehacer literario de esta admirable mujer que pudo alcanzar parcelas de poder todavía vedadas a la sociedad femenina de ese entonces.

A los siete años se trasladó con su familia a la capital del país, lo que le permitió vivir otras experiencias y cultivar sus talentos y en 1887 ingresó en el Conservatorio Nacional y desde entonces, dio conciertos, audiciones, clases de música y compuso algunas piezas musicales, aunque siempre prefirió dedicarse a la escritura.

En 1894 hace su entrada al mundo literario bajo el seudónimo de Iván Moszkowski, con el que publica sus dos primeros poemas. Al año siguiente empezaría a ser conocida para las letras hispánicas como María Enriqueta, única figura femenina reconocida como escritora por sus contemporáneos, en pleno auge del Modernismo hispanoamericano.

Desde los 22 años comenzó a colaborar en las revistas y periódicos más importantes del México de su época. El 7 de mayo de 1898, en pleno auge del Porfiriato, se casó con el historiador Carlos Pereyra. Sus primeros años de casados los vivieron en la capital del país y durante ellos María Enriqueta publicó sus primeros libros que contenían poemas que la hicieron famosa.

A partir de su matrimonio, y a raíz de los diferentes cargos diplomáticos que ocupó su esposo, María Enriqueta viajaría por diferentes partes del mundo, lo cual le llevó a vivir gran parte de su vida en el extranjero y, al triunfo de la Revolución Mexicana quedarse en el exilio por obvias razones.

Colaboró con algunos de los hombres más sobresalientes del porfiriato, entre otros con Justo Sierra con quien trabajó en la elaboración del libro  ”Juárez. Su obra y su tiempo”.

A principios de 1912, elaboró una serie de libros de lectura para las escuelas primarias, a la que tituló Rosas de la infancia. Publicada en 1914, esta colección fue implantada por la Secretaría de Educación Pública como libro de texto para todas las escuelas primarias del país; varias generaciones de mexicanos se acercaron a la literatura en sus páginas, para todos ellos el nombre de María Enriqueta es inolvidable.

En Madrid, escribió y publicó la mayor parte de sus obras: varias novelas, una de las cuales, El secreto, ganó un premio (en Francia) en 1922, como la mejor novela extranjera; un volumen de memorias, varios de poesía y algunos cuentos para niños. Algunos de sus libros llevan ilustraciones hechas también por ella. María Enriqueta fue, en su época, uno de los escritores mexicanos más leídos en muchos países. Sus libros se tradujeron al francés, al portugués y al italiano.

Después de que murió su esposo, en 1942, María Enriqueta pensó en regresar a su patria, y volvió en 1948. En Veracruz, la esperaba una multitud, y en su Coatepec nativo la recibieron con una inmensa alegría y con una gran fiesta popular. A pesar de estas muestras de cariño, prefirió instalarse en la Ciudad de México. Allí murió, enferma, ciega y sola, en el año de 1968, a los noventa y seis años. Pero, todavía hoy sigue siendo recordada con mucho cariño por todos aquellos que aprendieron a leer con sus Rosas de la Infancia y por sus coterráneos coatepecanos, a quienes les dedicó su poema Coatepec.

3 thoughts on “Llanto de otoño. María Enriqueta Camarillo.

    • Me gusto, además de poeta colaboro en la creación del jardín de Niños, fue mencionada en la participación de Rocío García Rey durante la ponencia «Yo soy rielera con Juan y sin Juan».

  1. Mi madre de 90 años, siemore lleva en mente a la gran escritora María Enriqueta por sus lubris » Rosas decla infancia «. Hoy en día ella está lúcida, sólo ha perdido un poco de visibilidad. Al leerle la biografía de María. Enriqueta quedó fascinada. Mil gracias por poner a nuestro alcance estos libros valiosos que hacen que las personas que los tuvieron en sus manos, se sientan siemore.

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